Liberación y Conservación del Águila Arpía en Colombia
Corría el año 1998 y en Colombia, así como en toda la región latinoamericana, no había suficiente conocimiento sobre la importancia de evaluar científicamente el mejor destino para los animales silvestres rescatados por las autoridades. Normalmente eran devueltos al hábitat natural sin mayor consideración técnica.
En esa época apenas se conocían un par de versiones de protocolos de manejo de fauna silvestre en centros de rescate en Colombia y se desconocía el impacto que tiene tomar una decisión equivocada de liberar animales no aptos que podrían introducir no solo patógenos sino genes y comportamientos anormales en poblaciones silvestres. A esto se le sumaba el sufrimiento del animal liberado erróneamente, el cual en muchos casos podía morir de hambre por no ser capaz de alimentarse, ser fácilmente predado o re-capturado por humanos; así como ser infestado por parásitos o ser atacado y desplazado por miembros de su especie. Lo anterior podía comprometer su bienestar a un punto de discusión moral en la toma de decisiones sobre la liberación anti técnica.
En ese mismo año de 1988 se logró hacer una de las liberaciones más importantes en el país. Una pareja de águilas arpías era devuelta a la naturaleza en el Parque Nacional Natural Paramillo después de casi dos años de rehabilitación.
Ivan Lozano quien ya tenía varios años de experiencia en valoración y rehabilitación de fauna silvestre en el país apoyó el proyecto como asistente de campo. Fue la primera vez que se usó radio telemetría en conjunto con telemetría satelital para hacer el seguimiento. La liberación fue un éxito, gracias entre otros factores al apoyo de varias ONG internacionales e instituciones nacionales.
Nunca más se liberaron águilas arpía en Colombia principalmente porque son cazadas al ser encontradas por el ser humano y son rescatadas con vida muy rara vez.
En el año 2008 Ivan Lozano junto a Sandy Zangen funda el Bioparque La Reserva y en el 2009 recibe una hembra de águila Harpía de un centro de rehabilitación de aves rapaces. Esta águila se convierte en el huésped más conocido de este Bioparque y una vez le llega compañía masculina un año más tarde, pone los primeros dos huevos de la especie para Colombia, desafortunadamente infértiles debido a la avanzada edad del macho y las precarias condiciones de salud con las que llegó al Bioparque La Reserva (varios disparos recibidos, fracturas y cáncer), lo cual hacía imposible la copula de la pareja.
Tiempo después y debido al avanzado cáncer que tenía, el macho perdió la batalla y la hembra quedó sola.
En el año 2016 la Fuerza Aérea Colombiana firma un convenio con la Fundación Bioparque La Reserva, institución sin ánimo de lucro encargada de administrar el Bioparque La Reserva y se vincula a la conservación de esta maravillosa y amenazada especie incluyéndola además como su imagen.
Hoy en día (2021), en el Bioparque La Reserva se encuentran cuatro águilas arpías, las últimas tres con viejas heridas de disparos y con fracturas que las hacen imposible de regresar a su hábitat natural. Estas águilas entre las cuales se encuentran una hembra y dos machos están destinados a ser los protagonistas del proyecto de conservación Ex situ de la especie que busca generar los protocolos de reproducción para Colombia.
Los dos últimos individuos en llegar al Bioparque La Reserva lo hicieron en un estado cercano a la muerte, con heridas abiertas por varios disparos y varias fracturas en su cuerpo. El trabajo dedicado del grupo de profesionales expertos de la Fundación Bioparque La Reserva, el uso de fondos propios y algunas donaciones, permitieron que su rehabilitación haya sido exitosa, inclusive tardando más de dos años en tratamiento.
Se espera que el primer pichón colombiano llegue pronto a nacer en el Bioparque La Reserva. Esta noticia mundial pondría a Colombia en el pequeño y selecto grupo de países que ha logrado reproducir esta especie bajo cuidado humano dando una nueva esperanza para promover el conocimiento y la conservación de la especie.